¿Te imaginas poder borrar tus recuerdos negativos, tristes o desagradables? Hoy en día es posible, aunque las repercusiones de esta técnica pueden ser muy importantes.
La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidarse.
Roger Martin du Gard
La memoria y cómo almacena el cerebro nuestros recuerdos
La memoria es un proceso que nos permite almacenar y recuperar la información que procesamos en nuestro día a día. Es nuestro disco duro físico y de su buen funcionamiento dependerá en gran parte nuestra existencia.
De una forma general, cuando experimentamos algo se genera una conexión neuronal en nuestro cerebro y cuanto más se repite esa experiencia (o más traumática o dolorosa es), más conexiones se producen, afianzando el recuerdo en nuestro cerebro. Es como si estudiamos una materia y por cada repaso que damos se crean un puñado de cables que enlazan con ese recuerdo, de forma que cuanto más estudiamos más fácil es conseguir recuperar el dato que necesitamos.
Red neuronal. Fuente:
Así pues, dependiendo de las conexiones o sinapsis neuronales que se produzcan tendremos:
– Memoria a corto plazo (pocas sinapsis=recuerdo fugaz). Nos sirve para tomar decisiones en un momento dado y para la resolución de problemas puntuales, por lo que también se le llama memoria operativa.
– Memoria a medio y largo plazo (muchas sinapsis=recuerdo permanente). En ella se almacenan los recuerdos de las cosas que vivimos y aprendemos, constituyendo la base de datos de nuestra experiencia.
Los recuerdos son por tanto, la película que construimos con las imágenes y sensaciones que hemos ido almacenando en la memoria.
Nuestro disco duro dinámico
Se estima que un cerebro humano puede almacenar hasta 10 Terabytes de información. Ya hemos hablado de que hay personas con capacidades de Genios tipo Savant, que ponen a funcionar su cerebro y son capaces de memorizar cantidades ingentes de datos.
Disco duro. No existen estructuras únicas dentro del cerebro para almacenar los datos, sino que están dispersas por distintas áreas que ya se conocen y que se están investigando, de forma que como vamos a ver, cortando o dañando el cableado mediante ciertas sustancias se pueden eliminar ciertos recuerdos.
Además, el cerebro debilita ciertas conexiones con el paso del tiempo (produce olvidos) de forma que nuevos recuerdos pueden ser introducidos, por lo que el sistema no es estático sino dinámico. Esto nos ayuda a quedarnos con los datos que nos pueden ser útiles y enviar a la papelera de reciclaje aquellos que en principio no nos van a servir.
¿Se pueden borrar los recuerdos intencionadamente?
A través de varios estudios científicos, se está logrando controlar y modular la forma en la que el cerebro recupera un recuerdo de nuestra memoria.
Existen dos momentos en que es muy “fácil” eliminar un recuerdo: cuando se está almacenando y cuando se está recuperando. Parece que el sistema de entrada y salida de datos es el más delicado o vulnerable de todo el sistema y el que es por tanto más fácil de hackear para producir el olvido.
Un ejemplo conocido de vulnerabilidad del proceso es el de las personas que sufren un accidente de tráfico y no recuerdan los minutos previos ni el mismo accidente. Podría ser un mecanismo cerebral de protección frente a un trauma, aunque más bien parece un fallo del sistema, como cuando se nos va la luz y perdemos los últimos datos que no hemos grabado en nuestro ordenador.
Otro ejemplo es cuando no nos acordamos de algo y lo tenemos en “la punta de la lengua”, porque no somos capaces de encontrar la conexión que recupera el recuerdo (y que alivio sentimos cuando somos capaces de hacer la conexión ;D). Es en ese instante en el que se produce la conexión y accedemos al recuerdo cuando estamos en condiciones de eliminarlo.
¿Cómo podemos borrar de nuestra memoria un recuerdo concreto?
Hasta ahora mediante fármacos, se había conseguido debilitar las fuertes conexiones que se crean cuando se genera un recuerdo traumático, produciendo así un recuerdo menos doloroso. En el año 2002, un estudio demostró que el uso de Propanolol podía prevenir o reducir el estrés postraumático. Al tratar con este fármaco a un grupo de veteranos de la guerra de Vietnam, estos disminuyeron drásticamente los recuerdos dolororos que tenían de la guerra, permitiéndoles llevar una vida normal.
En investigaciones recientes lo último que se ha logrado es eliminar selectivamente un recuerdo, usando el ZIP, inhibidor selectivo de una enzima cerebral (la PKM zeta). Los científicos lo han conseguido atacando una de las dos zonas vulnerables: la de salida de datos. El proceso consiste en evocar un determinado recuerdo y justo cuando este se encuentra en la recámara para ser arrojado, se inyecta el inhibidor y adiós conexión, adiós recuerdo.
Aplicaciones e implicaciones
Todos nos imaginamos las repercusiones positivas que este descubrimiento podría traer consigo. Podríamos eliminar de un plumazo los traumas psicológicos que las personas arrastramos durante muchísimo tiempo y que interfieren gravemente en nuestra vida. Incluso situaciones no traumáticas pero de gran carga emocional como son la pérdida de un ser querido o una ruptura sentimental.
Ahora veamos la parte negativa: ¿realmente necesitamos eliminar los malos recuerdos? Creo que no. Muchos de los recuerdos negativos que tenemos, nos hacen ser como somos y realmente no nos gustaría eliminarlos. Por otro lado, experiencias negativas nos ayudan a tomar decisiones en el futuro sobre cosas importantes y si las borrásemos de nuestro cerebro, perderíamos esa referencia. Además eliminar un recuerdo negativo nos hace vulnerables a que nos vuelva a pasar otra vez la situación que generó el recuerdo.
Por no hablar de las implicaciones políticas que podría generar. Ya se están frotando las manos ciertos servicios secretos con la idea (si no lo están haciendo ya) de poder borrar recuerdos a alguna persona para poder manipular y cambiar sus decisiones.
Personalmente pienso que solo debería ser usado para eliminar traumas incapacitantes, ya que el resto de recuerdos negativos nos definen como personas, nos sirven como referencia y nos ayudan en nuestra mejora contínua.
Además, es posible que la eliminación de recuerdos sirva de poco en el caso de sucesos traumáticos, ya que un reciente estudio de la Universidad de Iowa ha puesto de manifiesto que aunque se elimine un recuerdo, la emoción ligada a dicho recuerdo puede perdurar en el tiempo (sobre todo las emociones negativas). Si esto es así y no fuéramos capaces de eliminar también el sentimiento, nos quedaría una emoción negativa a la que no podríamos asociar a ningún recuerdo.
Cómo "liberar" recuerdos mediante hipnosis Veamos un ejemplo de generación de falsos recuerdos.
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Susanna Dic Astri : Terapeuta Gestalth - Facilitatora Constelaciones Familiare Sistemica - y terapia de Hipnosis
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